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MEMORIAS DE MI ÚTERO... entre la buena y la mala... la dueña ausente

 VIII. Cap. ENTRE LA BUENA Y MALA... LA DUEÑA AUSENTE "Aunque tus pecados sean de color escarlatas, tú serás tan blanca como la nieve" Isaias ( Biblia A. Testamento)   Nuevamente me desperté en la mediocridad de aquel entorno, el infierno seguía rugiendo de afuera a dentro, y de dentro afuera... Los truenos no cesaban ni en el cielo ni en aquel corazón olvidado en el rincón de aquella maleta. Mi cuerpo necesitaba ser colgado aunque fuese en una percha.  ¡Pensaba! ¿Cuelgo arriba la cabeza, o mejor cuelgo las piernas. Me doblo por la cintura o simplemente me hago un revoltijo sin perchas, dentro de la maleta y antes de meterme en ese armario con las telarañas de otras cabezas... ¡Da igual! Con arrugas o sin arrugas, la inseguridad seguirán siendo mi estado del seudoyó, y las incertidumbres y titubeos, las eternas compras sin ticket, la mesa puesta sin hambre, los monopolios de un autoconocimiento sin represión... de aquellos buenos comportamientos a

MEMORIAS DE MI ÚTERO... ¿Dónde mi paz?

 VII ¿DONDE MI PAZ? Sin ser en aquel mundo nuevo "la ausente" dueña de un corazón viejo y roto, la valija perdida sin providencias, sin sentido. Consciencia satírica y mordaz de la nada, preguntas que detestan respuest ... as imprevistas de un azar, una necesidad un proyecto en las resoluciones y sentencias de los juicios y juegos de alcahuetas televisivas, dónde... ¿Dónde mi paz? Si no empieza antes mis guerra? ¿Podré memorizar los ruegos en la garganta de Crises, y suplicar a mi razón, ella que es la líder de los, podré poner un hito, sin que su espada impacte en mi cabeza...? ¿Tendrá un temblor sus manos, una tibia templanza y apagará sus flechas antes de que sus arrebato e ira impacten contra mi cerebro en estas guerras? ¡Acaso! Acaso mi útero ¿Puede olvidarse de aquellos partos de juventud, del dolor que les domaron, la doblez de la cérvix en las vidas nuevas? ¿Dónde, dónde mi paz, si

MEMORIAS DE MI ÚTERO ¡¡PÁJAROS EN LA CABEZA!

IV. Cap ¡¡¡PAJAROS EN LA CABEZA!!!  El rumor en mi sien, seguía cada vez más fuerte, al compas de la tormenta y crecía como aquellos relámpago abriéndome en canal, en aquel fuego cruzado de luz y oscuridad, temblores de pánico, y de querer salir corriendo, de salir y no querer ver esa realidad... De estar dentro de aquel torpe espacio, por "mi causa, mala cabeza" el feo y tenebroso pequeño agujero... camino de un calvario que empieza y lleva a cruzar todas sus estaciones. Etapas de este campo santo sin paños de consuelos... ¡No! en esta noche de silencio, no hubo ni tan siquiera un tierno olivo donde recostar mi cabeza, ni roja tierra de , ella  fue dada en fuga, y mi noche se quedó Verónica. Tampoco obtuvo la piedad de Cirene, ni de las manos de ese buen hombre, nadie salió a mi encuentro... ¡Pobre y torpe mujer en aquella soledad sin Verónica y Simón...! Hambrientos llantos de manos y consuelos, por sus pájaros en la cabeza...le repitieron, se repetia ella sola..

MEMORIAS DE MI ÚTERO

V Cap. LA MALETA Vacíe a mi sien... La deje respirar y por unos segundo, desapareció todo... Incluso el afuera y el adentro, el vacío y la nada... Aquellas guerra, y sus metrallas en preguntas, todo quedó bajo una sopor y la niebla, aquella arena de mis ojos dejo paso dejaron paso a un coma ficticio e irracional, exhausta no supe que pasó más... Cuando abrí los ojos, estaba dentro de una maleta, mi brazo era mi pierna, mi pierna mi cabeza, y esta iba por libre, separada rodaba volteada por la maleta como una pelota por raqueta en mesa. Había una oscuridad sepulcral, mis ojos viajan por cada rincón buscando una resquicio que pusiera un poco de luz y respuesta a ese habitáculo ¿Por en el cual  Sentía correr un fluido rojo y mis manos intentaban recoger aquel líquido espeso y cálido... ¿ Por qué intuía que era vital para mi existencia? ¿Que aquel olor era familiar? Mis dedos... ¿Dónde estaban mis dedos? ¡Ay!

MEMORIAS DE MI ÚTERO "FUEGOS DE ARTILLERIAS"

III. Cap FUEGOS DE ARTILLERÍAS La nada... Fue dejando sus turbiedades... Eran algo más que motas de sal,  gotas de agua... Eran sosa cáustica desechas por aquel fuego de dentro afuera,  transparente líquido que se iba deshaciendo y cortando... multiplicándose a la paz de mis dudas.  Dardos certeros en mi lagrimales, sátiras demoledoras interpelaciones en ráfagas de "baja-uterina y alta-cabeza" en pura y dura artillería... A discreción fue llegado el fuego, legión era su nombre... en tan pequeño campo ¿Quién huía, por donde indemne mi razón uterina saldría?  Intención hubo, escapatoria ¡Ninguna! De blanco puse a mi memoria, virgen hasta ese día, que no quiso nunca romper el himen que la hiciese más que ofrenda guerrera en horas más propicias... Mujer con fusil, mujer amazona sin pecho y con el fuego en sus venas... Quien puso alambres de espinos, quien no buscó la fiel trinchera, el bunker perfecto, para aquel mi cuerpo a sola y en tierra. Tapé mis

MEMORIAS DE MI ÚTERO... ¿QUÉ OLVIDE?

VI Cap. ¿QUÉ OLVIDE? Recomponer-me... -Pienso- ¿Pienso, qué,  hay algo que nunca podrá recomponer...? Y mis ojos tampoco tendrán la fuerza de recomponer aquello que no sabe ver, si no aprende ver. Ese algo, esencial-motor, indudablemente, sigue en aquella maleta dando vueltas, de un rincón a otro sin fuerzas para salir, de esa red atrapa arrugas. A pesar de saber el lugar exacto, su posición le perdí y mis ojos nunca pudieron salir de aquel seudónimo de ese nombre, de aquella aquella Penélope que se dejó en un asiento cualquiera de una estación donde los ventrículos se oxidaban, esposando a su voz, silenciando a su canto en ese recodo de un reloj sin agujas cantando una triste letanía en ese cuarto de hora con sabor a pasado.  Sí ahí quedaron en un remolino todos los sentimientos, el ateísmo de una mujer creyente, de un rezo de alborada y vespertino, en salmos de alabanzas y gracias, dentro de unas tinieblas y dentro de la nada... ¡Despoj

II Cap MEMORIAS DE MI ÚTERO "LA NADA"

MEMORIAS DE MI ÚTERO II. cap. LA NADA Ella, como un estado superior calándome hasta la médula, fue dejando paso aún frio viejo y arcano, que se mezclaba con aquel deseo de salir corriendo, y la nausea que me devoraba. Era como si la nada hubiese crecido en medio de aquellas escenas que se asomaban queriendo entrar por aquella ventana desquiciada, sin cortina, en aquel inmenso espacio crecía por para hacerse al momento más pequeño y tenebroso, parecía que jugase conmigo hasta escoger el momento oportuno para devorarme. Así, pensando que la nada era superior a todo, mi consciencia fue tomando parte de aquella soledad maldita... Y mi miedo físico fue dando paso a un miedo superior... Y quise cerrar los ojos, recordando una mañana donde el sol fuese el astro...Sol... de poner un solo stop, o quizás un paso de peatones con semáforo en verde a esa luna oculta, rellenar la belleza en todo ese vacío en la desembocadura de la nada, esa infiel que me hizo beber un jugo verde. Inten

MEMORIAS DE MI ÚTERO I.Cap

MEMORIAS DE MI ÚTERO 1. Cap. I. cap Con el primer trueno, sabía que me quedaría a oscuras, y aquella habitación desangelada y llena de humedad, desconchada y a oscura fue, si cabe aún más tétrica de lo que recordaría mi mente.  Me asomé por el raquítico espacio de cristales sucios de aquella desvencijada ventana,  para ver, como las nubes tomaban posición en un vuelo rasante... ¡Nunca! Las vi tan cerca, tan grandes, tan oscuras, y su rumores llegaron hasta hacerse un frio mortal en mi espalda, y supe que en menos de medio minuto anochecería. Esa masa oscura se hizo un bloque entre el sol, negándonos la luz a mí y a ese paradisiaco y solitario lugar... ambos sentimos la soledad más terrorífica. La lluvia torrencial dio voz a mis vivas mis premoniciones, un primer relámpago hizo que la bombilla colgada del techo, sin protección alguna enmudeciera... en un pacto con aquellos cúmulos de agua, y todo quedó entre tinieblas. El campamento, los árboles, las cab

CUANDO NO SE ENTIENDE... poesia intimista

CUANDO NO SE ENTIENDE     Cuando un día dije... Te hago -el amor- con mi poesía... Yo cada segundo te hago el amor, en.. en trazo en cada tilde en cada letra y en cada verso, te hago... -Te hago el amor- ¡Él! -no entendió- Y solamente dijo... con la poesía no se puede hacer el amor. ¡Claro! Haciéndole el amor, le volví hacer el amor... -recité- Aquellos poemas que noches y días le escribí mientras le soñaba y soñaba hacerle el amor, y tampoco -Entendió- Le amé sin ella, le amé con ella le amé haciendo... el amor, al amor... -Eso es poesía- Y cuando el amor y la poesía hicieron de mis manos el amor... ¡Tampoco! tampoco entendió. 31.3.2014 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña derechos de autora fotos del muro de

ERÓTICA-ESA-MENTE poeisa de las mil y una noche

ERÓTICA-ESA-MENTE   Busca a mis labios entre los velos de Eros, ponen sus dedos y tapan en mi sien, un punto de inflexión ahogado en los carmesíes deseos. Esa mente erotiza y... -Confabulan- entre mis áreas, Esa-erótica-mente acotan en mí los perímetros que... -desobedecen- entre un remiso no, desde los montes de Venus. Erótica-esa-mente desordena la mercería en mi percha, -Esa- erótica mente abre cajones y puertas. 31.3.2014 Carmen Hernández Rey ©®autora extremeña fotos del muro de Merlys Corpas

EL HILO ROJO

EL HILO ROJO- PARA MER Una vez me pregunté... cien veces no encontré la respuestas... Mil veces me pregunté... un millón de veces no obtuve respuesta... Por qué el destino encuentra a persona que nunca estarían   cercanas a mi... Hoy he sabido que hay un hilo rojo que interconecta, sin que importe destino, edad, lugar de procedencia, ni tan siquiera los sentimientos... O lo que es mejor... que sean solamente -los sentimientos- los buenos sentimientos los que importen... Y más que cualquier otra discrepancia, inconformidad, diferencias... Quizás sea este -hilo rojo- el que nos proyecta a la vida y al mundo cuando nacemos... Es ese que nunca se corta con la vida y la naturaleza, con la persona que tiene atado la punta de tu otro hilo rojo... Y deberá ser aquella que al nacer, y se para sin cortarse cuando nos vamos el que sigue su leyenda hasta aquel dedo meñique que le espera... 31.3.2014 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña            

ME COLUMPIO..poesia intimista

ME COLUMPIO Entre el viento que me empuja, el aire de mis pulmones, entre aquel soplo que mueven mis alas, el hálito que expele mi boca un "poco"... -triste- y un más amarga. Me columpio en las palabras que dañan sin querer -siempre dicen- entre el querer que daña a quien el dolor se hace trampa. Me columpio entre palabras... Perdón Ausencia Dolor Nostalgia... Me columpio entre la razón, y... -Ella- siempre, siempre dice la última y penúltima palabra. Y me columpia en una vida, sin manual, que diga que explique, por donde expandir tus alas y que no vacíe a mi alma. 30.3.2014 Carmen Hernández Rey. ©® autora extremeña todos los derechos de autora foto subida del muro de Carmen Facebook

ENTRE LOS SIGLOS... poesía libertaria

ENTRE LOS SIGLOS   Y la eternidad me perpetuarás...   conciencia,   en la eternidad de los siglos,   querrás y no -permitiré- no,   un tiempo   -a ese-   reloj.   Ni siquiera, a esas manecillas   que den vueltas   y vueltas sobre   mi conciencia   -una vez y otra vez-   Tomaré permiso a mi boca,   y no daré   un credo a los credos,   ni un rezo a las letanías   ni una cruz a las cruces,   ni por un -Cristo vivo-ni muerto pondré velas para mi   entierro,   escanciare en mis carnes   esencias de romero,   ni urdiré la trama   de santas sábanas   con mis desechos,   no levantaré tapias   entre mis pies,   o cavaré tumbas,   y de mis huesos -besaré- calavera alguna.   Mira tú... alma   mía, mira tú,   con quien te la juegas   y...   ya bien -tú sabes- me sabes y conoces   mis nombres   y recorres mis calles...   -no soy-   ni Marta, ni María,   que perdí

SI VACIO EL MÁS INRI... poesia intimista

SI VACIO EL MÁS INRI -los idus de marzo siguen presentes- En el papel. En los interrogantes que no me llevan ni... -me traen- a ninguna parte. Vacío, sí... de hojas un calendario sin nombre, si sin canciones que no te nombren sí... -mejor- Si no llega a tiempo el grito que des-figura, si, autista y tranquila... se mezcla entre la muchedumbre, inadvert-ido queda en -amasijos- Y sin revueltas. Si vacío un puñado de letras desde el corazón, ahogadas una a una -en boca- las dejo encapuchadas en cartel que diga -cerrado por partida- Sí, si vacio a mi alma en letras que vuelcan mi transitar por donde nunca más pondré mis huellas -a veces- desearé no haber... leído nunca, nunca poner una letra que quiera decir-ser poema... Sí, vacío a mi alma como rompo a mi piel, a dentellada muerdo a este corazón... ¿Quién puede, quien osará, quien reirá quien sufrirá?

UNA MUJER... poesia intimista

 UNA MUJER  En su espalda siempre hubo, hay otra -mujer- ... En su envés una mujer lleva, como gacela a otra mujer y, en su pecho, desde el principio de los tiempos, en su pecho hubo, siempre habitó otra mujer. Una mujer desde su vientre, hasta su vientre... -una mujer- desde los "invariablemente" -incuestionablemente- una mujer nos nacen, llevaremos en la espalda, nos crecerá en el pecho, nos engendrará y nos parirá -una mujer- Y, es en el vientre perenne-mente de una mujer donde nace una mujer.   29.3.2014 Carmen Hernández Rey ©®poesía extremeña. todos los derechos de autora fotos del muro de Rosella Pons Pons Carmen Facebook

OLORES... poesia de las mil y una noche

 OLORES Son aquellos que ganan en corto, ... los que siempre huelen a hacer... el amor y sus hacer-es... -olores- Que nos quedan entre las huellas de los dedos, las arrugas de la piel, en la doblez de las pestañas, y en ese sabor que te coge sin amonestación, que siempre te huele que... a ti huele. Olores que te prenden, me prenden cual fuego en candela, para ser eso, el mismo olor que huele amor, -olor- de olores de ese amor que nunca deja la puerta cerrada ni abierta -con llave- 29.3.2014 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora  foto del muro de Maria Torrelodes Carmen Facebook https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10203388443622060&set=a.2381288541885.2136625.1540835521&type=1&theater

CIERRO... romper yugos

 CIERRO -es mucha migaja para mi boca- ... Una puerta que nunca debí abrir... y abro mis alas a la libertad que nunca debí cerrar. -cierro- Y cuesta cerrar los hilos de mis pestañas, poner una fina resina y sigue costando... Cerrar la puerta y abrir las alas. -cierro- Removiendo de mis ojos el limo de incontables miramientos cierro, porque, no hay posible cambios, posibilidad de casualidades ni de posibles cambios que no sea -cerrar- Y... No, ¡Ay! dios vuelvo volveré a cerrar mis alas, y volveré abrir puertas ajenas. 29.3.2014 Carmen Hernández Rey ©®autora extremeña todos los derechos de autora. foto de la Web Carmen Facebook