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ME TOCO: ABRO CUERPO Y MENTE... poesia de genero

  ME TOCO: ABRO CUERPO Y MENTE...   poesía de género libertaria   Mi pelo...es fino y sedoso,   huele a romero, y es que...   siempre le doy ese último baño   de agua y romero...   Mis cejas, son arqueadas y,   ...no finas,   tienen un puente ojival   y abierto para mis ojos   negros, ellos... ...son la luz de mis días,   las estrellas de mis noches,   la luna de mis sueños.   Mis pestañas cortinas,   abanicos de sol y sombras,   al sol dejan   en las palabras que pasan   y que hace que no queme a mi cerebro...   Mi nariz, es roma original de mi abuela,   ella huele y penetra hasta los adentros   esos olores que me gustan,   que deseo... y beber-me quiero.   Mis labios puro carnoso bocado   que en plato de boca,   se hace delicatesen en sexo.   Mi lengua señora que busca   boca, loca, loca,   portales sin miedos, sin filtros y  NAVAJAS o SUNNA...   ella, me sabe, me desea, me recrea   y recon

SU MIRADA... poesia intimista

  SU MIRADA   Quedó perdida en la puerta   que se cerró...   cerrada sin pestillo,   sombra en silla   horas vividas frente   a frente del cristal,   el mismo que devolvía   su vida   en miradas, pasos   ojos, cuerpos   inmunes a su figura.     Erguida, recta... su columna,   su cabeza   sus miradas..   desarbolado el corazón   lucha que lucha,   en medio de ese mundo hostil   y arcaico,   mirada lejana del cosmos   de los suburbios de sus miedos   que por el rabillo le transita...     Estáticas patas de asientos, ochos sin camino y puertas,   infranqueables percheros,   donde colgar la ropa   que la cose y   pegan   como astillas...     Calor de vieja chimenea,   fuego sin llamas, donde incinera las miradas de nueva niña.   Miradas que escuchan un cantar, mirlo que en la mañana solo él domina, sin valor vuelve indolente sus ojos, y mira... a ese cauce secreto

A TU HUERTO poesia de las mil y una noches

A TU HUERTO Fui. Y la plata bañaba a la noche, llego a su lapso con con peinetas de coral y diamantes, sobre la fuente granadina donde se bañaban los zarcillos de cerezas, rozando a tu piel y cuello. Se bañaron las cerezas en aquel agua noctámbula de azahar y estrellas, de guiños y bata de cola vestía la luna, en su boca... ...sonrisas pizpireta.   Y, Me allegue... y te allegaste a los naranjos de sultanas de mis perlas, ellas... henchidas del néctar de miel agridulce, y entre tu pelo y me cejas una revolución de colmenas... ...aguijones... entre tu boca y mi boca, de las mieles sedienta… ¡A tu huerto fui a que me quisieras! Y, la noche envidiosa, nos dejó el sueño sobre el alfeizar de mis enaguas y tus tejas... en volandas nos trajo de sol a la mañana y aprendimos a querernos a duermevela.   dispuesto tu ventana y mi puerta, de par en par cantaban las ranas y la

AMOR... poesía de amor

 AMOR   Acércate sin miedos, ... a mí, presente en el hoy, olvidado tu ayer y mi ayer ... sin memoria, ¡Olvidemos! Todo lo que ayer no fuimos y sin vivir vivimos, no, no tengas miedo del presente y el mañana vive a este amor que mis manos te ofrecen, en fragmentado entre las tuyas, y... ordena en cada pedazo ofrecido a las nuevas caricias, que nos esperan, formemos a ese mundo nuevo con todas ellas. Amor, ven tráete a mi regazo, aprendido en el tuyo a la nada, desnudo tu cuerpo abierto tu refugio para darme cobijo, y fuera los murmullo y las escucha, tan solo deja que fluyan los sueños en júbilo el presente que desea delirar el loco sueño de vivirnos juntos. Amor aproxímate en la alborá de este lecho improvisado, amor que nos visita sin horas, y deja que es las tardes plácidas nos languidezcan, mientras... ... inventaremos... Caricias nuevas en nuestras manos y relatos y para cuando tu pie tropiece en la memoria amor, te recogeré ca

ACANTILADO... poesía de amor

 ACANTILADO Angostado hilván que se frunce entre tu piel y mi piel ... desenfocado y ebrios dardos que sin acertar dan en la diana más certera del firmamento de tu cuerpo y mi cuerpo, en ese acantilado de la memoria hecho noria… Y Entre tu cárcel y mi cárcel ascienden las esposas que a ti me religan sin pena, me reatan libre, desde los altozanos y las bajuras, en los piélagos que fluyen fiel proyectándonos camuflada libélula... ¡Luz de las luciérnagas, en noche de verano! Eres ese acantilado donde me asomo sin miedos, mesa donde me vacío y el mantel doblo sin retirar la copa de todas las promesas, vino de de emboque a fruta cereal y miel, odres curtido y nuevo. Acantilado es tu piel para mis deseos, formateados de tiempos y horizontes pasados, y donde mis ojos se pierden en la sal de tu mar luna, lápiz y papel que nos salen al encuentro, en las calles sin nombre del estrellado firmamento. Sutil costura que cierra a mi boca entre los pliegues

A VECES... poesía intimista

A VECES...   “…A veces soy el altar de la luna a veces arena pobre con sombras…” (León Gieco)   A veces soy presa de todas las palabras,    es mi boca botín de ofrendas sentimientos escondidos a veces soy… soy un plagio de mí misma y quedo en el sagrario de la luz haciéndome sol fémina y soy ella   A veces, soy…   Raptada por mis sueños   vulnerada sombra y retenido trofeo voz silenciada de los pastoriles campos reptadores de Eurídice a veces   Mi voz es…   Juez y parte de esos miedos injustos peldaños y tristes recovecos de mis sueños escapando de los brazos de titanes marinos alejando a la arena de ellos.   A veces vuelo sin vela ni timón rumbo a las cimas de puntillas en las olas rugiendo el viento dispuesta a virar dentro de mi corazón luz menguante guadaña en pecho   mástil que despide a la creciente luna nueva en puerto   A veces mi corazó

EN MI CRISTAL... poesia intimista

EN MI CRISTAL las gotas de agua, una a una van... se hacen milicia   mil en el cristalino del ventanal y todas insubordinadas revolotean ajenas a cualquier códigos, ajenas a todo, transparentes marcan camino en un trayecto impoluto, se dejan escanear en comitiva por el cristal de mis ojos.     Absorta pierdo la noción del tiempo y quedo como ellas esperando en el alfeizar un tobogán para bajar lo más rápido, en la espera de ver aquel espacio de río o mar que en ellas se acercan esta tarde a mi ventana.   Ni siquiera cogen la forma o el color de transporte que las devuelven, no ellas indefinidas bailotean libres en la retahílas y en la forma de esa lágrima... ¡Son tan idénticas! Lágrimas de nubes cortinas de plata, brisas que la vuelan, vuelan... vuelan ágiles como diciendo ¡Ahí, te quedas!   Cierro mis ojos, y las escucho, deslizarse, mientras me embarga ese deseo de toca