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RECUERDOS... poesía intimista

RECUERDOS   Recuerdos tiempos de ir   a "visitar a San Antonio"...   decían las viejas vecinas   -Andad, mozas, id a rezar al santo...   que sois ya pollitas, id para no quedaros   en vestir santos...-   ¿Y me preguntaba una y otra vez... que es quedarse para vestir santos...?   Cuando me lo explicaron, aquello me pareció de lo más absurdo del mundo y más que nada porque en mi cabeza, habían un mundo de fantasías y muy raro...   Y por supuesto nada pasaba por andar pidiendo a "santos" poner velas,   rezar padre nuestros... y menos ¿novios?   Visto lo que contaban las compañeras con novios del taller de bordado, historias de solo "la puntita" Solo los pechos...-estoy embarazada pero... no hice nada..."   Yo estaba a cuadros... embarazada, si no estaba casada... la puntita... solo los pechos ¡Ay dios!   Vaya como eran todos los días en el taller, no sé si aprendimos a bordar, pero de sexo mal des informado y pala

HIJAS DEL VIENTO... poesia intimista

"Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos" Alejandra Pizarnik ¡Hay! ¿Por qué, por qué la poesía tiene tanto ojos, por qué no cierra su mirada? Y se deja solo de arrodillar ante las imágenes que nos lleva al caos, mi querida Alejandra, tus ojos vieron demás, tanto que tu procesador hizo ¡plaff! Dejó de emitir señales... pero verdad es que tú eres ya para todas-os, la poesía única. Mi querida Miki, entre poetas me dejas a esta musa de musas... que nos habla, tanto y tanto así... HIJAS DEL VIENTO Han venido. Invaden la sangre. Huelen a plumas, a carencia, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la edad del sueño. Un adiós es tu vida. Pero tú te abrazas como la serpiente loc

BOCADILLO MÁGICO... poesía libertaria

EDIPO DE SÓFOCLES "EDIPO.- ¡Oh hijos, descendencia nueva del antiguo Cadmo ¿Por qué están en actitud sedente ante mí, coronados con ramos de suplicantes? La ciudad está llena de incienso, a la vez que de cantos, de súplicas y de gemidos, y yo, porque considero justo no enterarme por otros mensajeros, he venido en persona, yo, el llamado Edipo, famoso entre todos. Así que, oh anciano, ya que eres por tu condición a quien corresponde hablar, dime en nombre de todos: ¿cuál es la causa de que estén así ante mí? ¿El temor o el ruego? Piensa que yo querría ayudarlos en todo. Sería insensible si no me compadeciera ante semejante actitud. SACERDOTE.- ¡Oh Edipo, que reinas en mi país! Ves de qué edad somos los que nos sentamos cerca de tus altares: unos, sin fuerzas aún para volar lejos; otros, torpes por la vejez, somos Sacerdotes -yo lo soy de Zeus-, y otros, escogidos entre los aún jóvenes. El resto del pueblo con sus ramos permanece sentado en las plazas en actitud de súplica,

TE BEBÍ... poesia de las mil y una noches

TE BEBÍ   Vaciando el último poro de tu piel, bruñendo el bronce de tu piel en las digitales huellas, te bebí, así... pensándote como los cuartos piensan en las y medias a locas repicando en las doce y las tres, en las seis y las nueve...     Sintiéndote te bebí como druida bebiendo pócimas, te bese y bebí las pociones naturas, coronándote de muérdagos, a ti me pegue, volé hasta las lontananzas   pedigüeñas de tus caldas termas...   Te bebí y mi lengua, cual dorado... descubrió tesoros ocultos donde la magia muerden a los canon y pautas y el amor y el deseo vuela... vuela. 20.11.2013 Carmen Hernández Rey ©autora extremeña todos los derechos de autora foto subida del muro de Maria Torrelodones   Carmen Facebook

¿TÚ CREES QUE ME GUSTA? poesía de genero

¿TÚ CREES QUE ME GUSTA...?   Sí, tú que miras extrañadamente, giras la cabeza, ríes y te burlas, vuelves a mirar haciendo mordaces sátiras y enfermas muecas cuando miras, lees, un cartel... Sí, tú crees que cada vez que lees, me lees un poema un, un día cualquiera o un noviembre, dos más cinco desde hace miles de años Tú crees que un... ¡Veinticinco de noviembre! es, solo un día y no veinticuatro horas y dentro de trescientos sesenta y cinco desgraciados días... ¡Ay! Un día solo... Solo, y a solas un quiero, un minuto, un segundo un micro un átomo de tiempo, un rastro de luz en la niña de mis ojos, sin lágrimas aprendidas. ¿Tú crees que me gusta? contar que mi útero sangra, que mis heridas fueron partos y sus manos golpean mi rostro sin medida... Dí... Tú... Piensa... Siente... Vive... Sin quitar mi vida. ¿Dime tus miedos, piensa, analiza tus amenazas, recapac

TE TOMO... poesía de las mil y una noche

TE TOMO   Abriendo mi boca como pez fuera del agua, remonto tus aguas desovándome entre tus reversos y anversos... Entre lances tomo y derrumbo muros... ¡Ay! amor tal así, a fin al beso primero, aquel que nadie supo arrancar de mi boca. Te tomo, tal cual desnuda el alma, hambriento los ojos desnudándote de marcas e ideas, tan así...   ¡ Rota y desordenada! coherente conmigo, incoherente con la vida... comiéndome con la vista los veneros remontando, donde nadie más respiro vida. Te tomo decidida a confesarme en ti, y poniendo querellas al cielo contra el sexto mandamiento escribo dictámenes en tu piel, saboreo la dicha nunca vivida. 19.11.2013 Carmen Hernández Rey © autora extremeña todos los derechos de autora foto tomada del muro de Carmen Facebook

VOY VOY VOY... poesía de las mil y una noches

VOY...VOY...VOY   Triplicando mis manos en medio de lindes ... voy conminando a mis destinos dentro de aquellos tus fueros   ¡Ah! tierra para arar y sembrar las semillas de mis huertos, y frutales.   Voy, voy, voy.   Con mis ojos dicromáticos, tricromáticos, tetracromáticos, pérfida, ofensiva, la mirada, la piel desgarrada.   Voy, voy, voy. in macula, taliona ordenante buscando en la red su presa...   ¡Voy!"   Voy, voy, voy En tus juegos conjurados, de quilombo* y canguela** a morir entre la usura que suma y resta.   Voy, voy, voy En tus placeres y fruiciones voy, haciendo calor, fuego en tu candela...   19.11.2013   Carmen Hernández Rey © autora extremeña todos los derechos de autora foto subida del muro de Artistic Nude Photography -Lunfardos porteños: *Prostíbulo; Desorden, alboroto ** gente de la noche Carmen Facebook

LOS CUENTOS DE NADIE... poesía de genero

FILOSOFÍA FEMINISTA Y CRÍTICA DE LA RACIONALIDAD DOMINANTE   "La perspectiva feminista sobre la historia nos ha permitido tomar conciencia en nuestros días de la escasa incidencia de las obras de las mujeres en el discurso histórico, no porque no hayan sido donadoras de sentido o forjadoras de tradiciones, sino porque sus creaciones, sus mundos de la vida particulares no se han considerado dignos de ser reactivados con un alcance universal" Mª Carmen López Sáenz     LOS CUENTOS DE NADIE Hija cuéntale al mundo   otra vez las infamias...     Los cuento del hambre,   aquellos donde tu mesa,   tu útero, tu psique,   tus manos lloran,   vacías in-saciadas   en los embusten y mentiras   de los cuentos de aquellos   don-nadies.   Hija cuéntale a las horas   una, dos, tres, un millón...   ¡Otra vez!   El expolio de tu sangre,   que naciste sin reloj ni tiempo,   sin segunderos y minuteros   que de

VOMITO... poesía de género

VOMITO   Mil veces vomito, te vomito porque no eres sal de mi sal, ni sal de mi sangre, ni tan siquiera eres aquella primera sal de las primeras cavernas que nos habitaron sin conciencia. Vomito, un millón de veces te vomito y no digiero tus dictámenes en mi pulso que para vomitarte no tiembla, porque sigues siendo sangre de dragones de la historia y la prehistoria eres cal viva en mis venas, te vomito y raspo de mi dermis las escamas lepras.   Vomito a quienes se adueñan, de mi erecta columna, y quieren devolverla al reptil campo de las sombras, a golpe de leyes y talón de malatías ¡Oh! Belcebú de cenizas en mi cabeza... Vomito, mil veces un millón   de milenios vomito,   vomito la sal de tu sangre   en mis venas   vomito de mi sien el acero   de espino que me cercena. 19.11.2013 Carmen Hernández Rey ©autora extremeña Todos los derechos de autora foto tomada del muro de Walid