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Mostrando las entradas etiquetadas como MEMORIAS DE MI ÚTERO

MEMORIAS DE MI ÚTERO "FUEGOS DE ARTILLERIAS"

III. Cap FUEGOS DE ARTILLERÍAS La nada... Fue dejando sus turbiedades... Eran algo más que motas de sal,  gotas de agua... Eran sosa cáustica desechas por aquel fuego de dentro afuera,  transparente líquido que se iba deshaciendo y cortando... multiplicándose a la paz de mis dudas.  Dardos certeros en mi lagrimales, sátiras demoledoras interpelaciones en ráfagas de "baja-uterina y alta-cabeza" en pura y dura artillería... A discreción fue llegado el fuego, legión era su nombre... en tan pequeño campo ¿Quién huía, por donde indemne mi razón uterina saldría?  Intención hubo, escapatoria ¡Ninguna! De blanco puse a mi memoria, virgen hasta ese día, que no quiso nunca romper el himen que la hiciese más que ofrenda guerrera en horas más propicias... Mujer con fusil, mujer amazona sin pecho y con el fuego en sus venas... Quien puso alambres de espinos, quien no buscó la fiel trinchera, el bunker perfecto, para aquel mi cuerpo a sola y en tierra. Tapé mis

MEMORIAS DE MI ÚTERO... ¿QUÉ OLVIDE?

VI Cap. ¿QUÉ OLVIDE? Recomponer-me... -Pienso- ¿Pienso, qué,  hay algo que nunca podrá recomponer...? Y mis ojos tampoco tendrán la fuerza de recomponer aquello que no sabe ver, si no aprende ver. Ese algo, esencial-motor, indudablemente, sigue en aquella maleta dando vueltas, de un rincón a otro sin fuerzas para salir, de esa red atrapa arrugas. A pesar de saber el lugar exacto, su posición le perdí y mis ojos nunca pudieron salir de aquel seudónimo de ese nombre, de aquella aquella Penélope que se dejó en un asiento cualquiera de una estación donde los ventrículos se oxidaban, esposando a su voz, silenciando a su canto en ese recodo de un reloj sin agujas cantando una triste letanía en ese cuarto de hora con sabor a pasado.  Sí ahí quedaron en un remolino todos los sentimientos, el ateísmo de una mujer creyente, de un rezo de alborada y vespertino, en salmos de alabanzas y gracias, dentro de unas tinieblas y dentro de la nada... ¡Despoj

II Cap MEMORIAS DE MI ÚTERO "LA NADA"

MEMORIAS DE MI ÚTERO II. cap. LA NADA Ella, como un estado superior calándome hasta la médula, fue dejando paso aún frio viejo y arcano, que se mezclaba con aquel deseo de salir corriendo, y la nausea que me devoraba. Era como si la nada hubiese crecido en medio de aquellas escenas que se asomaban queriendo entrar por aquella ventana desquiciada, sin cortina, en aquel inmenso espacio crecía por para hacerse al momento más pequeño y tenebroso, parecía que jugase conmigo hasta escoger el momento oportuno para devorarme. Así, pensando que la nada era superior a todo, mi consciencia fue tomando parte de aquella soledad maldita... Y mi miedo físico fue dando paso a un miedo superior... Y quise cerrar los ojos, recordando una mañana donde el sol fuese el astro...Sol... de poner un solo stop, o quizás un paso de peatones con semáforo en verde a esa luna oculta, rellenar la belleza en todo ese vacío en la desembocadura de la nada, esa infiel que me hizo beber un jugo verde. Inten

MEMORIAS DE MI ÚTERO I.Cap

MEMORIAS DE MI ÚTERO 1. Cap. I. cap Con el primer trueno, sabía que me quedaría a oscuras, y aquella habitación desangelada y llena de humedad, desconchada y a oscura fue, si cabe aún más tétrica de lo que recordaría mi mente.  Me asomé por el raquítico espacio de cristales sucios de aquella desvencijada ventana,  para ver, como las nubes tomaban posición en un vuelo rasante... ¡Nunca! Las vi tan cerca, tan grandes, tan oscuras, y su rumores llegaron hasta hacerse un frio mortal en mi espalda, y supe que en menos de medio minuto anochecería. Esa masa oscura se hizo un bloque entre el sol, negándonos la luz a mí y a ese paradisiaco y solitario lugar... ambos sentimos la soledad más terrorífica. La lluvia torrencial dio voz a mis vivas mis premoniciones, un primer relámpago hizo que la bombilla colgada del techo, sin protección alguna enmudeciera... en un pacto con aquellos cúmulos de agua, y todo quedó entre tinieblas. El campamento, los árboles, las cab